Autor*Miguel Ángel Muñoz
Tengo tantas sombras dentro,
que ya no cojo ni yo,
tengo tantas esperanzas,
que no entra la ilusión,
hay un océano de dudas,
y siempre me ahogo en él,
cuando aparenta un charco,
si la veo aparecer,
nunca tuve oportunidad,
de cambiar ese sentido,
uno de ellos elegí,
no sé si es mi destino,
agitado en la bruma,
como amapola de abril,
mecido por la tormenta,
que me lleva hasta a ti,
no sabré si es real,
o si sólo un espejismo,
no comprendo tus ideas,
solo que caigo al abismo,
amor, amar, ámame,
no me pidas un porqué.
Nadie debe preguntar por qué se ama, ni por qué queremos ser amados, simplemente deberiamos amar.
ResponderEliminarComo cada noche, me voy con un buen sabor de boca.Gracias amigo por dejarme descubrir estos silencios.
Deberíamos amar, pero es tan complicado amiga. Sin fuerzas, sin ilusiones. Como cada día me alegro de ver tu comentario, gracias. Un abrazo estés donde estés.
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