lunes, 5 de enero de 2009

5 Madrigal exaltado


Autor*Rubén Darío(1867-1916)
Dies irae, dies illa!
Solvet saeclum in favilla
cuando quema esa pupila!

La tierra se vuelve loca,
el cielo a la tierra invoca
cunado sonríe esa boca.

Tiemblan los lirios tempranos
y los árboles lozanos
al contacto de esas manos.

El bosque se encuentra estrecho
el egipán en acecho
cuando respira ese pecho.

Sobre los senderos, es
como una fiesta, después,
que se han sentido esos pies;

y el Sol, sultán de orgullosas
rosas, dice a sus hermosuras
cuando en primavera están:
¡Rosas, rosas, dadme rosas
para Adela Villagrán!

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