jueves, 29 de enero de 2009

29 Amante agradecido a las lisonjas mentirosas de un sueño


Autor*Francisco Quevedo (1580-1645)
[...]
Mis llamas con tu nieve y con tu hielo,
cual suele opuestas flechas de su aljaba,
mezclaba Amor, y honesto las mezclaba,
como mi adoración en su desvelo.

Y dije: "Quiera Amor, quiera mi suerte,
que nunca duerma yo, si estoy despierto,
y que si duermo, que jamás despierte".

Mas desperté del dulce desconcierto;
y vi que estuve vivo con la muerte,
y vi que con la vida estaba muerto.

6 comentarios:

  1. Me encanta el paseo que estás haciendo por los poemas de amor al más puro estilo clásico. Son versos que tienen la facultad de elevarte a las alturas.
    Al leer el de hoy he recordado uno de Lope de Vega y no me he podido resistir a escribirlo en mi casa.
    Gracias por tu visita.

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  2. He visitado tu blog y efectivamente el tercero que puse es el mismo de Lope (coincidencia?). Te doy las gracias a ti siempre estherpino por que te sientas elevada y bien leyendo lo que humildemente coloco en mi casita. un abrazo.

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  3. No tengo mucho tiempo así que sólo había leído tus últimas entradas, desde Lorca, me alegra la coincidencia.Este poema lo aprendí de memoria cuando tenía 15 o 16 años, y aun lo recuerdo. ¡Y ya ha llovido!
    Un abrazo.

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  4. Creo que lo que nos gusta, nunca lo olvidamos, la coincidencia me ha alegrado el día doblemente,por que yo también tuve que memorizarlo. No llueve tanto cuando el alma es joven. Un abrazo.

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  5. Buena pincelada has puesto.....

    Salu2ssssss

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  6. gracias amigo por tu comentario, malegro que te haya gustado.
    un abrazo

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