sábado, 12 de septiembre de 2009

255 A una Mujer


Autor*Julio Cortázar
No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón,
no hay que estar triste si una vez más la rubia carrera
de las nubes te reitera lo inmóvil,
ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,
constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo
-pero por qué nombrar el polvo y la ceniza-.
Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día
era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra.
Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga, esa blanda tortuga que
tantea en la eternidad con ojos huecos, y el sonido sin música, la palabra sin canto, la
cópula sin grito de agonía, las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,no
nos movemos del terror y la delicia, y sus verdugos delicadamente
nos arrancan los párpados para dejarnos ver sin
tregua cómo crecen las plantas del
balcón, cómo corren las nubes al futuro.
¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.
No hay drama en el murmullo, y tú eres
la silueta de papel que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer que se
nace o se muere, cuando lo único real es el hueco que queda en el papel,
el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.

2 comentarios:

  1. es un poco triste... o existencial más bien :) me ha recordado, por las figuritas de papel, una película de miyazaki, pero vaya! se me ha escapado el título!! feliz fin de semana!! :)

    ResponderEliminar
  2. Cortazar es inmenso. Gracias. Volveré

    ResponderEliminar