martes, 29 de julio de 2014

003 Sólo el lobo

Autor*Miguel Ángel Muñoz
Al descubrir que se está solo,
lo cual no es poco,
la vida se te gangrena,
pinta de frío de plomo,
y se deshacen los ojos,
como si la arena fuese agua,
y las lágrimas, la larga playa,
que azota el viento de paso,
con furia y descaro.

Y pese a todo, eres libre,
como el lobo en el risco,
de perseguir la agreste cabra,
martirizar al pobre borrico,
pero igual se te sale, la vida del pecho,
tan poco a poco, de modo indigno,
que el cuchillo que te mata,
te abra entero sin permiso,
y el dolor que te regala,
no encuentra paz, ni el castigo,
sólo el saberse solo, que en si,
no es poco suplicio.

2 comentarios:

  1. duelen...duelen en el alma...

    (no estamos solos)

    Un beso!!

    ResponderEliminar
  2. EL LOBO DEL RENCOR

    Yo voy, lobo estepario, trotando
    por el mundo de nieve cubierto;
    del abedul sale un cuervo volando,
    y no cruzan ni liebres ni corzas el campo desierto.

    Me enamora una corza ligera,
    en el mundo no hay nada tan lindo y hermoso;
    con mis dientes y zarpas de fiera
    destrozara su cuerpo sabroso.

    Y volviera mi afán a mi amada,
    en sus muslos mordiendo la carne blanquísima
    y saciando mi sed en su sangre por mi derramada,
    para aullar luego solo en la noche tristísima.

    Una liebre bastara también a mi anhelo;
    dulce sabe su carne en la noche callada y oscura.
    ¡Ay! ¿Por qué me abandona en letal desconsuelo
    de la vida la parte más noble y más pura?

    Vetas grises adquiere mi rabo peludo;
    voy perdiendo la vista, me atacan las fiebres;
    hace tiempo que ya estoy sin hogar y viudo
    y que troto y que sueno con corzas y liebres
    que mi triste destino me ahuyenta y espanta.

    Oigo al aire soplar en la noche de invierno,
    hundo en nieve mi ardiente garganta,
    y así voy llevando mi mísera alma al infierno.

    ResponderEliminar